martes, 26 de agosto de 2025

La vuelta al Ausangate


Otra experiencia que marca, estar por fin a los pies de la montaña sagrada Ausangate (6384 m), en la Cordillera Vilcanota, en el sur del Perú. En quechua Awsanqati, su nombre original quizás sea una combinación de quechua y aimara: awsa-nqa tiy, que significa «la cueva donde se juega» (y en una versión hispanizada lleva z, Auzangate). Mientras que Vilcanota provendría del aimara willka-n uta significando «casa del Sol». Ausangate es la montaña más alta del departamento del Cusco y la quinta más alta del Perú. También es la cumbre de un vasto sector glaciar, el segundo más grande del Perú después de la Cordillera Blanca. Ausangate es una ancha y prominente montaña que es divinidad andina, un gran Apu blanco brillante que une el cielo y la Pachamama, da de beber al río Vilcanota y así al Amazonas, y vigila la ciudad de Cusco, emergiendo en el horizonte hacia el sureste, a 85 km de distancia. Entre tanto, así es como el destino me fue acercando: en vuelo Lima - Arequipa, en junio 2018, a la altura del Cañón de Cotahuasi, pude distinguir a lo lejos una prominente montaña sobre el límite del horizonte andino hacia el sureste. Este fue mi primer contacto con el Ausangate, aunque desde una gran distancia (317 km aprox.). Bastante luego, estando en la ciudad del Cusco en abril 2025, intenté retratar al Ausangate, pero siempre estuvo envuelto en nubes. El llamado era que, definitivamente, yo tenía que estar cerca. Aproximándome aún más, en las montañas de colores de Palcoyo, en abril 2025, pude ver mejor al Ausangate, pero aún envuelto en nubes. Esta es mi historia personal con el gran Apu del sur. Y habiendo terminado la temporada de lluvias en mayo, pronto estaría directamente a los pies del Ausangate...

Mis acercamientos al Apu Ausangate:
1) vista a 317 km desde un avión, 2018,
2) vista a 90 km, desde Cusco, 2025,     
3) vista a 30 km, desde Palcoyo, 2025.  

La vuelta al Ausangate es una ruta semicircular (partiendo de Upis y terminando en Pajchanta, no es completamente un circuito cerrado), que puede complicarse por las condiciones climáticas adversas. Suele decirse que aquí se presentan todos los climas, siendo la helada (el congelamiento) algo usual en el sur del Perú. Entre los meses de junio y agosto es la época más seca (no debería llover, en teoría), pero también la más fría. Así que hay que tener especial cuidado con la ropa adecuada. En cuanto a la geografía, se trata de una caminata de altura para la que hay que estar preparado, entre 4500 y 5200 m, con campamentos a 4600 m, sin embargo, la pendiente nunca es tan pronunciada como en las cordilleras Blanca o Huayhuash. Sobre las provisiones para cocinar, debe cargarse con ellas (adquirir todo en Tinki), porque, aunque todos los campamentos cuentan con infraestructura como baños, refugios, ¡incluso Wi-Fi! (algo que admito me sorprendió un poco, ya que la ruta brinda comodidades a las que no estoy acostumbrado en la montaña), solo se pueden encontrar bebidas y galletas, y no es seguro poder conseguir comida (excepto en Pajchanta, donde hay restaurantes, bodegas, y alojamientos, pero es el final de la ruta; o en Machuraccay Tambo, al pie del Ausangate, pero es un «lodge» privado para el que debe hacerse reserva previa).

Esta vez no quería repetir el error de cargar peso excesivo como me pasó en el trekking del Alpamayo, y dadas las condiciones climáticas más frías para el trekking del Ausangate, me pareció buena idea contratar arriero (es la primera vez que contrato directamente), pero compartiendo la inversión entre más participantes, envés de hacerlo en solitario, que es mi estilo. Entre tanto, la anécdota de avisar a varias personas para ir a la montaña, y que finalmente uno se quede solo, se repitió como historia de manual: solo un amigo y yo realizamos la ruta. Él tenía carpa, y el servicio de arriero, que para dos personas implica usar dos caballos (en Ausangate no usan mulas ni burros para llevar cargas), incluyó necesariamente cocina, no solo para el mismo arriero, sino, de paso, para nosotros dos. Así que también es la primera vez que tendré una cocina a entera disposición propia en la montaña. La vuelta al Ausangate es una ruta famosa por su dificultad, particularmente por las condiciones climáticas duras. Típicamente se trata de 4 días, contando como día 1 la partida desde el pueblo de Tinki (Tinke o Tinque) hasta Upis, donde es la primera noche de campamento, y el verdadero inicio de la vuelta al Ausangate. Literalmente se trata de una caminata de altura alrededor del Apu, empezando por la base noroeste de su cara norte, circundándolo por el oeste, sur, y este, remontando cuatro abras (pasos) de montaña directamente debajo de él, y terminando en la base de su cara noroeste. Yo había imaginado 5 días, pero al contratar el servicio de arriero, una desventaja que siempre supuse análoga a contratar un paquete turístico, es que el itinerario se restringe. No importa, por supuesto. Además, el Apu Ausangate se congració por completo conmigo: exclusivamente en las fechas en que lo rodeé, se mostró plenamente, confabulado con Wayra para que no estuviera nublado. 🥺

Como paréntesis, podría tenerse en cuenta el asunto de la toponimia diversa, confusa, o inexistente. En los documentos informativos, particularmente en los mapas digitales y de aplicación para teléfonos, la mayoría de nombres de lugares aparecen en quechua (o aimara) original. Por ejemplo, Tinki también es Tinke o Tinque, Pajchanta (que es como pronuncian los lugareños) es Pacchanta, Jampa es Ccampa/Campa o Qampa, Hatun es Jatun. Cabe anotar que los idiomas quechua y aimara han pasado por reformas ortográficas desde 1975, y la cc o k deben reemplazarse por q, hu por w, entre otras normas. Salcantay o Salkantay aquí lo uso como Sallqantay. Luego está la toponimia confusa, donde una misma montaña tiene diferentes nombres en diferentes documentos, e incluso el mismo nombre se repite para montañas vecinas. Por ejemplo, el Nevado Mariposa aparece así en todos los mapas modernos digitales, pero en la Carta Nacional del Perú es «Santa Catalina o Chilenita». En esta carta el Nevado Pachanta es «Collque Cruz», y el Hatun Uma es «Jatunpampa». También es asunto de confusión las alturas diferentes de una misma montaña, y las fuentes pueden ser tan variadas como una expedición que da una altura, una infografía turística que da otra, o la Carta Nacional que brinda otra. Finalmente está la inexistencia de nombres originales, especialmente respecto a las lagunas glaciares que se han formado en la última década, producto del cambio climático. Por ejemplo, la Laguna «chocolate» (o «roja») carece de toponimia quechua o aimara, a pesar que algunos la identifiquen como «Pucacocha» (puka es rojo y qucha es lago), porque en el Ausangate ya hay otras lagunas de toponimia Pucacocha. La Laguna Upiscocha también tiene un nombre muy reciente, y hace unos años cuando se estaba formando la llamaban, simplemente, «laguna con hielo».


📅 Día 1 (martes 22.07.2025) Tinki → Upis. Llegamos la noche anterior a Tinki (Tinque) en autobus desde Cusco (el último sale 6:00 p.m.), en viaje de tres horas, y pasamos la noche en un alojamiento (solo hay un par). Aquí conocimos por fin a nuestro arriero, quien ya había comprado, en Tinki mismo de donde es él, todos los alimentos para la travesía. El día 1 empieza ciertamente convencional: salimos en auto en dirección a Upis pueblo, un poco antes para recoger las provisiones, y desde aquí comienza la caminata, con dirección sureste. Así el día 1 va tomando la forma que debe, de travesía en la montaña, siempre teniendo delante al Ausangate esperando con los brazos abiertos. Hacia el este, o sea hacia la izquierda, se observa la formidable cresta del Collpa Ananta o Callangate, y hacia el norte, o sea hacia nuestras espaldas, se levanta el macizo del Cinajara (Sinacara), donde se realiza el famoso ritual del Qoyllur Rit’i «estrella de nieve». El cielo está excepcionalmente diáfano, y así se mantendrá durante los cuatro días por la gracia de los apus, teniendo en cuenta que las condiciones climáticas en el Ausangate pueden cambiar drásticamente. Por supuesto, el frío de la cordillera está siempre presente, particularmente duro al amanecer y en la noche.

Ausangate 6384 m ¡al fin primera vista de cerca! En las inmediaciones de Tinki.
La segunda gran montaña que vemos es un conjunto de hermosas cumbres,
aunque de toponimia confusa, por lo que puede haber errores en esta identificación.
La subida de Upis pueblo a Upis campamento toma 3 horas (ambos no son el mismo sitio, evidentemente, siendo que el campamento cerca al Ausangate), y es muy cómoda, porque trascurre por una zona de suave pendiente y muchas planicies, aprovechada para la agricultura y la ganadería. A medida que se gana altura los sembríos ceden paso a la puna solitaria, el ichu dorado que produce música de vientos intimidantes, los bofedales a veces congelados, pero siempre prestos a que se hundan las pisadas en agua, y numerosas pequeñas lagunas de remoto origen glaciar, donde se reflejan el cielo de azul indescriptible y los vanidosos apus de hielo destellante, eternos guardianes de toda esta obra de arte.
Si se presta atención al vasto paisaje, y claro con cielo despejado como ahora, en todo el lejano horizonte noroeste se aprecian las cumbres nevadas de las cordilleras Vilcabamba (Qiswar o Padreyoc, que se levanta sobre el Cañón del Apurímac, Tuqarway, Sallqantay), Urubamba (Waqaywillka o Verónica, Chicón, Sahuasiray), además de la propia Cordillera Vilcanota que completa el panorama hacia el norte (Nevado Cinajara). No es usual en la accidentada geografía peruana tener varias cordilleras a la vista, pero descubro que los alrededores del Ausangate son impresionantes miradores naturales. En esta foto: Tuqarway 5928 m y Sallqantay 6271 m.
Nevados Chicón 5530 m y Sahuasiray 5706 m.

⛺ Campamento 1: Upis 4500 m. Las condiciones climáticas están perfectas, con mucho sol y cielo despejado. En el sitio hay baño, agua, bebidas, y baños termales. Pago de S/ 20.00 para poder acampar, más S/ 20.00 por el uso de un recinto de concreto y techado (para la cocina y como dormitorio para el arriero), que incluyó una mesa y una banca, es decir un comedor. Todo lo cual para mi es una novedad, y ciertamente un lujo: disponer de comida cocinada, de hecho, tener un menú diferente cada día (desayuno, almuerzo listo al llegar al campamento, y una cena antes de dormir), agua caliente (mate de coca), o baño. Esta será la primera noche al pie del Ausangate, con buen tiempo, sin precipitaciones, sin nubes, y con un cielo nocturno plagado de estrellas. Pero antes de ingresar a la carpa e inmediatamente luego del almuerzo (3:00 p.m.), vamos a la Laguna Upiscocha. El día aún no termina.

En el campamento Upis es posible disfrutar de aguas termales, aunque las instalaciones no están en buenas condiciones. No estoy muy interesado en meterme a una piscina, pero la actividad geotérmica, a unos 150 metros del campamento, sí que es muy atrayente, y se pueden percibir fuertes olores minerales como hierro y azufre (así que sería bueno tener cuidado con no aspirarlos), que emanan por doquier, particularmente en el borde del río Upismayo. Hay aquí, de hecho, un pequeño pero muy activo géiser.

Laguna Upiscocha 4600 m. La caminata hasta Upis campamento, más la incursión adicional a la Laguna Upiscocha, conforman una buena aclimatación. Esta laguna, ubicada directamente bajo una lengua glaciar de la cara noroeste del Ausangate, ha adoptado su nombre recientemente y, de hecho, se formó en años recientes, ya que incluso en mapas de la década de 2010 aún no figuraba. Llama la atención que no sea pequeña, lo que evidencia la dramática rapidez de la deglaciación del Ausangate.
Laguna Upiscocha 4600 m. Vista de cerca de la lengua glaciar (con acumulación de carbono negro u hollín, indicador de que el hielo no se renueva) en la cara noroeste del Ausangate, que alimenta la Laguna Upiscocha. Por cierto, de acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM, 2024), esta laguna glaciar es la que más alto riesgo de desborde presenta en Perú.
Ausangate al atardecer. En la cordillera el desfile de espectáculos es interminable y diverso según el momento del día, y de la noche. Un paisaje especial es el atardecer en los nevados, cuando los últimos rayos solares se reflejan en el hielo.

📅 Día 2 (miércoles 23.07.2025) Upis → Ausangatecocha. Hoy debemos cubrir 14 km aprox. y cruzar dos abras o pasos de montaña. Partimos del campamento Upis a las 7:00 a.m., rumbo al Abra Arapa, la primera de cuatro abras en esta travesía. La subida no es pronunciada, y toma menos de dos horas. Entre tanto, en el Ausangate suelen llamar abra al paso de montaña. El Abra Arapa (4850 m) es el paso a través del collado entre el Nevado Ausangate (6384 m) y el pico Queullacocha (4958 m, que ya no cuenta con glaciar). Luego se transitará por las hermosas lagunas Pucacocha, en un terreno ondulado, que se elevará poco a poco hasta el Abra Apuchata (4900 m), para luego descender al campamento Ausangatecocha. No hay, sin embargo, una única ruta, sino que hay dos senderos más a menos paralelos que se bifurcan en la Laguna Uchuy Pucacocha, y nosotros tomaremos el menos usual, pero que sigue pegado a las lagunas. Por cierto, nuestro itinerario no incluyó desviarnos a Vinicunca, la famosísima montaña de colores, precisamente por eso: porque en estas fechas estará inundada de turistas y ruido, y sinceramente no me agrada la idea de estar ahí en medio. El desvío a Vinicunca es pasando la Laguna Hatun Pucacocha, rumbo sureste.

Abra Arapa 4850 m.
Desde el Abra Arapa se inicia un suave descenso hacia la Quebrada Pucacocha, y el sendero avanza bajo la base oeste del Ausangate, por lo que su cumbre deja de ser visible. Sin embargo, detrás de las estribaciones del Queullacocha, al noroeste surgen al fondo los nevados Tuqarway y Sallqantay.
Arista oeste del Ausangate. Ya en la Quebrada Pucacocha, desde la Laguna Yanacocha se vuelve a ver al Ausangate, las agujas de su arista oeste.
Theristicus (bandurria). Es necesario prestar atención a la fauna, abundante en aves y vizcachas. Estas fabulosas criaturas son las verdaderas dueñas de estas tierras. Apenas llegando a Laguna Uchuy Pucacocha hay una bifurcación: hacia la derecha (viniendo del Abra Arapa de norte a sur) el sendero usual, y hacia la izquierda un sendero alternativo pegado a la Laguna Uchuy Pucacocha. Tomamos este último...
Laguna Uchuy Pucacocha 4570 m. El sendero alternativo bordea todo el lado este de la Laguna Uchuy Pucacocha, y se divisa al fondo en el noroeste el Nevado Waqaywillka o Verónica (5844 m).
Laguna Hatun Pucacocha 4600 m. El sendero alternativo, que ya no es usual (éramos los únicos en él), resultó estar semi abandonado, y nos topamos con partes rocosas al inicio de la Laguna Hatun Pucacocha, que obligaron a hacer un poco de escalada. Bueno, esto inyectó un toque inesperado de mayor acción y riesgo.
Bordeando ahora todo el lado oeste de la Laguna Hatun Pucacocha, y bajo la arista oeste del Ausangate, progresamos en línea recta por la planicie de la Quebrada Pucacocha (donde los mapas indican un punto de campamento), pero nos pasamos del sendero e íbamos a ingresar en una propiedad privada (o sea una zona cercada), así que hicimos un giro de 90° para conectar con el sendero usual, que va más arriba por la ladera de la quebrada. Esta foto es mirando hacia atrás, a la Laguna Hatun Pucacocha.
Roca de Sísifo, al pie del Ausangate. Curioso nombre: Sísifo es un personaje de la mitología griega que fue condenado a empujar una enorme roca cuesta arriba de una montaña. Desde este punto hay una hora de caminata en suave subida hacia el Abra Apuchata.
Vista Quebrada Pucacocha. Una mirada hacia atrás, abajo, antes de llegar al Abra Apuchata.
Abra Apuchata 4900 m. Los arrieros locales no la consideran un abra:
sería más bien el punto alto del sendero sobre el cerro Apuchata.

En los mapas sí figura como un abra o paso de montaña.
Ausangate 6384 m, cara sur. Empezando el descenso desde el Abra Apuchata hacia el campamento Ausangatecocha, se tiene una impresionante vista de la tremendamente ancha y destellante cara sur del Ausangate. Hay un desvío, hacia la izquierda, que no figura en los mapas, pero está muy bien marcado, y que aparentemente conduce a una pequeña laguna no identificada directamente debajo del glaciar sur del Ausangate.

⛺ Campamento 2: Ausangatecocha 4640 m. En el sitio hay baño, agua, bebidas, y pudimos conseguir carne de alpaca (revisamos el menú con el arriero y vimos que necesitábamos más carne). Ingreso S/ 20.00, lo que incluye el uso de un recinto de concreto y techado (para la cocina y como dormitorio para el arriero), y el espacio para instalar carpa. Esta será la segunda noche al pie del Ausangate, y, nuevamente, bajo un cielo absolutamente despejado con miríadas de estrellas de colores, meteoritos que cortan la respiración, y una visibilidad alucinante del Hatun Mayo (Vía Láctea).

Laguna Ausangatecocha 4660 m, que está a solo unos minutos del campamento homónimo.
Vista al Abra Palomani (5200 m). La máxima altura de la vuelta al Ausangate, para el día de mañana.

📅 Día 3 (jueves 24.07.2025) Ausangatecocha → Sorapata. Chicharrón de alpaca y arroz chaufa para desayunar 😲 ya que el desayuno de ayer estuvo pobre. Comenzamos tramontando el punto más alto de la vuelta al Ausangate: el Abra Palomani (5200 m), directamente debajo de una cresta de la cara sur del Ausangate. Aquí hay una montaña de colores, lo que hace, para mí, doblemente innecesario Vinicunca. En cambio, al descender del Abra Palomani sí nos desviaremos hacia la Laguna «chocolate», y luego reconectaremos con el sendero usual al descender hacia Pampacancha. Así proseguiremos por la Quebrada Jampamayo hasta llegar al campamento Sorapata, lugar anteriormente conocido como Jampa (Campa), que es el nombre que aparece en los mapas. Como el clima está de maravilla, y no hay congelamiento durante la madrugada, realizaré un vivac, dejaré la carpa, que al fin y al cabo no es mía. Dormiré por el agotamiento de mirar tantas estrellas. 😌

Abra Palomani 5200 m. El punto más alto de la travesía, y donde comí la nieve del Ausangate. Ahora físicamente forma parte de mí. También hay una montaña de colores hacia el sureste.
Abra Palomani 5200 m, donde comí la nieve del Ausangate. Ahora físicamente forma parte de mí. También hay una montaña de colores hacia el sureste.
Vista Laguna «chocolate». A medio descenso del Abra Palomani, se deja ver la Laguna «chocolate» al frente, debajo del Nevado Mariposa (5808 m), en la que termina una lengua glaciar casi perpendicular a la laguna, emplazada entre el Ausangate y el Mariposa. Un sendero poco marcado hacia la izquierda conduce a la Laguna «chocolate» (y continúa luego por la Laguna Cochajasa), mientras que hacia la derecha sigue el sendero usual. Al parecer esta laguna no cuenta con toponimia, y también es llamada «roja», debido al color rojizo o marrón de sus aguas (debido aparentemente a la arcilla y las algas), aunque algunos la identifican como Pucacocha (quechua puka: rojo, qucha: laguna), pero este parece ser un nombre improvisado, teniendo en cuenta que ya hay otras lagunas Pucacocha cuya toponimia es muy anterior. Esta laguna glaciar también es de reciente formación, que no figura en mapas de hace diez años y, tengo la impresión, su color ha ido cambiando de más rojizo hacia un marrón opaco. También parece que no siempre tiene fragmentos de hielo flotando en sus aguas (como he visto en fotos de años anteriores).
Machuraccay Tambo (lodge). El sendero que conduce a la Laguna «chocolate» estaba originalmente destinado para llegar al alojamiento Machuraccay Tambo, un «lodge» privado perteneciente a Andean Lodges (propietario de otros tres albergues de altura en el Ausangate), a 4815 m, y que es la base de operaciones más cercana al Ausangate para expediciones de escalada.
Laguna «chocolate», ahora a sus orillas.
Un sendero más o menos marcado atraviesa la morrena de la espectacular Laguna «chocolate»,
y luego se amplía hasta llegar a ella por su borde derecho. Deslumbrante.
Vista del sendero no seguido. No continuamos hacia Laguna Cochajasa luego de la «chocolate», sino que retomamos el sendero regular que desciende directamente hacia Pampacancha y Uchuy Finaya.
Descenso hacia Pampacancha. Esta es la corta quebrada de suave pendiente que lleva de Machuraccay Tambo y Laguna «chocolate» hacia Pampacancha y Uchuy Finaya, que consisten en unas pocas casas y muchas alpacas. Allí abajo, y hacia la derecha, luego de 5 horas a pie desde el punto donde tomé la foto (según el cálculo de Maps.me), se llega a la comunidad de Chillca, donde hay otro «lodge» y servicios médicos (y se puede conseguir transporte vehicular), mientras que hacia la izquierda prosigue la vuelta al Ausangate, con 3 horas de caminata al campamento Sorapata (Jampa/Campa). Al fondo se levanta el Nevado Condortuco 5550 m.
La zona media del descenso a Pampacancha abunda en alpacas, al pie de los impresionantes nevados Ausangate (6384 m) y Mariposa (5808 m) hacia el noroeste.
Bordeando la base del Cerro Pucacocha, que es una estribación del Nevado Mariposa, uno se topa con esta impresionante catarata congelada. Es detrás de esta catarata que se ubica el sendero alternativo que salía de la Laguna «chocolate», que no tomamos.
Plegadis ridgwayi (yanavico).
Una caminata muy cómoda prosigue teniendo a la derecha el Río Jampamayo, en un amplio y plano valle. Y entonces emerge el hermoso Nevado Hatun Uma (6093 m).

⛺ Campamento 3: Sorapata 4600 m. Aquí decidiré abandonar la carpa, compartida con mi compañero, y realizar por fin vivac, viendo que no se han producido heladas (congelamientos) las dos madrugadas anteriores. Como describí antes, Sorapata, cuyo nombre no figura en ningún mapa pero se trata de Jampa (Ccampa o Campa), cuenta con baño, un semirefugio (solo columnas y techo), y una bodega (sin olvidar que por aquí solo venden bebidas y algunas galletas). Sin embargo, esta vez no hay un recinto de concreto para instalar la cocina, así que Wilber, nuestro arriero, estrenó su amplia carpa que servirá a su vez como cocina, comedor, y dormitorio para él. El campamento tiene una magnífica vista del Nevado Hatun Uma, ¡y hoy tendremos cancha (palomitas de maíz) en la cena!

Doy unas vueltas por los alrededores del campamento, disfrutando del atardecer sobre el Nevado Hatun Uma, el Río Jampamayo, y contemplando numerosas vizcachas.
Vivac en Sorapata, a 4600 m. Llegó el momento especial para mi, un logro y un ritual de comunión íntima con el entorno: dormir literalmente bajo ch'askakuna (las estrellas), Hatun Mayo (la Vía Láctea), phawaq ch'askakuna (los meteoritos), las bruscas caricias de Wayra (la divinidad incaica del viento), y la imagen fantasmal de los apus de hielo en la oscuridad. Esta será mi canción de cuna, varias veces durante la madrugada, porque mi consciencia retornará una y otra vez inquieta por disfrutar el espectáculo único. Y el amanecer, una fábula de frío y belleza pasmosa.

📅 Día 4 (viernes 25.07.2025) Sorapata → Pajchanta. Lamentablemente este será el último día. Anoche fue nuestra última cena, y hoy nuestro último desayuno. Hubo varias cosas entre las provisiones que sobraron, otras faltaron (como más avena, o gelatina, o carne), y se las obsequiamos a Wilber, nuestro atento arriero. Él está un tanto inquieto porque lleguemos temprano a Pajchanta. En esta travesía, lo normal dentro del itinerario cuando se contrata arriero (o los servicios de una agencia turística), es llegar a los campamentos entre 1 y 2 de la tarde, pero yo me tomo mi tiempo disfrutando el entorno, así que terminamos a las 3:30 p.m. los dos días anteriores (en el Ausangate, es cierto que no conviene llegar al atardecer a los campamentos, mucho menos de noche, debido al fuerte descenso de la temperatura). Así que todo indica que hoy será igual. Al parecer, el auto que nos recogerá en Pajchanta, para regresar a Tinki, estará ahí 2:00 p.m., pero, le explico a Wilber que, siendo honestos, eso no será posible, y le insisto en que, en cuanto tenga señal de teléfono, se comunique con la movilidad, para indicarle que nos espere. Estoy tan acostumbrado a ir de modo autónomo por la naturaleza, que, reconozco, puedo ser indiferente a las limitaciones de horarios inevitables cuando se contrata el servicio de terceros, aún sin perder de vista el asunto del frío. Bueno, tal como había previsto, llegué a Pajchanta 3:30 p.m. 😎 ¡A almorzar trucha! 🤩 Lo que no estuvo bien es que la movilidad supuestamente no esperó y se fue, y, si es muy tarde, no alcanzaríamos a tomar el autobús de Tinki para Cusco. Finalmente, el auto volvió a Pajchanta casi a las 6:00 p.m., y para compensar su tardanza, y que hiciera que no alcanzáramos el autobús, nos llevó a Ocongate para poder abordar el último, ya que en Tinki no hubiera sido posible. Bueno, aún me quedan dos días en Cusco mágico, y se terminan mis vacaciones. Al día siguiente, el clima cambió y estuvo nublado, así que estoy convencido de que no fue simple coincidencia que cuando hice la vuelta al Ausangate, el cielo estuvo despejado. Son los apus. Entonces iré a Ollantaytambo, y además conoceré otra montaña de colores: Pallay Punchu, donde veré nuevamente la Cordillera Vilcanota a la distancia. Será una despedida, y habrá una llamita de recuerdo para mi bruxa. ¡Gracias Ausangate! 🙋🏻‍♂️

Río congelado. Así comienza este último día, y me apena que esta verdadera existencia vaya a concluir. Demoramos un poco con el desayuno, que será la última comida que nos prepare el arriero (el almuerzo será en Jampa por cuenta propia). A las 8:00 a.m. enrumbamos al Abra Jampa, con la compañía de formaciones de hielo.
Hacia el Abra Jampa. Aunque el Ausangate no es visible, además del Hatun Uma aparece el Collpa Ananta o Callangate, al girar poco a poco hacia el norte. Este paisaje es sencillamente deslumbrante, y hace que el ascenso sea felicidad pura.
Vista de una laguna en formación, debajo del nevado Puca Punta. Las alucinantes paredes glaciares parecen al alcance de la mano a medida que nos aproximamos al Abra Jampa, y aparecen diamantes turquesa excavados bajo el glaciar del Nevado Puca Punta (5600 m). Estas lagunas de reciente formación hace algunos años, son tan bellas como a la vez signos del irreversible retroceso glaciar.
Abra Jampa 1 5100 m. El Abra Jampa (Ccampa o Campa) está compuesta de dos pasos consecutivos (y curiosamente, el sendero que debe empezar a descender luego, sube más alto que el abra, y después baja). Hace unas décadas este paso a 5100 m era un collado glaciar entre el Ausangate (exactamente el Nevado Jampa, aunque ambos no son visibles desde el abra) y el Collpa Ananta (exactamente el Nevado Puca Punta). La vista es salvaje.
Abra Jampa 2 5100 m.
Desde el Abra Jampa, al este del Ausangate, se tiene una vista panorámica privilegiada. Ya que casi se ha completado una vuelta al Ausangate, mientras el norte y el este están inmediatamente copados por la propia Cordillera Vilcanota (nevados Puca Punta y Hatun Uma), en el horizonte noroeste vuelven a ser visibles las cordilleras Vilcabamba y Urubamba.

Laguna Ticacocha. Luego del Abra Jampa, y una ligera subida mayor que la propia abra, hay un largo descenso hacia la increíble zona llamada 7 lagunas, que se ha vuelto popular. La primera en abrir el espectáculo es la Laguna Ticacocha. Los jades, zafiros y turquesas se suceden tal cual joyas invalorables que los apus nos obsequian como despedida.
Lagunas Pucacocha y Otorongococha. Nunca lo hago en la montaña, pero aquí puse música desde mi móvil. Y no podía sino ser el segundo himno del Cusco, que cobra sentido existencial en este entorno donde Wayra sopla en el ichu. Esto me emocionó hasta llorar. 🥺

Laguna Minaparayoc. Nevados Pachanta 5950 m, Puca Punta 5600 m, Jampa 5500 m, y Huayruro Punco 5550 m.
Laguna China Otorongococha.
Laguna Orqo Otorongococha. Luego de esta laguna, y antes de llegar a la Laguna Anqacocha (Azulcocha), hay una bifurcación del camino, pero ambos senderos conducen a Pajchanta. Tomo el de la derecha.
Laguna Anqascocha (Azulcocha). Nevados Mariposa 5808 m y Ausangate 6384 m.
En el descenso a Pajchanta, el sendero pasa por el campamento Azulcocha, que consta de albergue, y luego hay otro campamento con albergue, antes de finalmente llegar a Pajchanta. Y nos encontramos nuevamente con el conjunto de cumbres que vimos el primer día. De izquierda a derecha: Callangate 6000 m, Pata Ananta 5900 m, Collpa Ananta 6110 m, y Pachanta (Collque Cruz) 5950 m. Esto indica que estamos casi cerrando un círculo.
Llegando a Pajchanta (Pacchanta). Odio decirlo, pero todo tiene un final. 😫 Pajchanta es un pueblo que ha crecido por el turismo, y cuenta con alojamientos, restaurantes, baños, y bodegas. Llegué 3:30 p.m., y ya parten los últimos tours que vienen a 7 lagunas.

Ausangate despidiéndose. La cara norte del Ausangate permanece vigilante, y aún tiene que obsequiarnos su gala crepuscular, la que puedo retratar desde Pajchanta antes de partir, ya que hubo un retraso con la movilidad. ¡Hasta la vista Apu Ausangate! Lo digo gritando en el espíritu. 🥺


• GALERÍA COMPLETA EN FLICKR:
La vuelta al Ausangate (22-25.07.2025)

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