sábado, 15 de febrero de 2025

Vivac en Portachuelo de Llanganuco / Morrena Huascarán

El paraíso está aquí, exactamente entre montañas como las de la Cordillera Blanca. Buscando fechas con buen tiempo en junio, el sentido de la vida es una escapadita de fin de semana cobijado entre algunas de las más espectaculares gemas de hielo de los Andes peruanos. Y es tan simple, que parece increíble, como llegar temprano a Yungay, inmediatamente tomar un colectivo a Yanama, y bajarme antes del Paso Portachuelo de Llanganuco... luego hallar entre las enormes rocas de granito debajo del Pico Yanarrajo (una arista suroeste del Nevado Yanapaccha), un sitio plano para pernoctar. Mi ubicación está planificada para poder ver desde el Chopicalqui por el sur hasta el Chacraraju por el norte (en el Paso Portachuelo propiamente dicho no se puede tener ambas montañas).

Ahí pasaré una noche increíble.
Mi vivac está a 200 m por encima del sendero al campo base del Yanapaccha.

Un esfuerzo mínimo para una recompensa incalculable, de dicha infinita. Porque sí, porque esto es existir, porque esto es el paraíso. Sin más que decir, y como dicen que una foto vale más que mil palabras, aquí dejo algunos retratos de una noche de vivac (sin carpa) a 4780 m.

Chacraraju y Laguna 69.
Huascarán Norte (6655 m) , Lagunas de Llanganuco, y Huandoy Sur (6160 m).
Lagunas de Llanganuco.
Huandoy Sur 6160 m.
Panorama Portachuelo Llanganuco.
Se acerca el crepúsculo sobre los Huascarán Norte (6655 m) y Sur (6757 m) y el Chopicalqui (6354 m).
Chopicalqui 6354 m.
Huascarán Sur 6757 m.
Panorama Portachuelo Llanganuco al atardecer.

Fotos nocturnas que nunca me quedan bien, pero había luz de Luna.
Buenos días.
Los espectáculos que me ofrecen los apus al amanecer.
Chacraraju Este (6001 m) y Oeste (6112 m) al amanecer.

Al regreso, parecía igual de simple pedir un aventón, solo que mis retornos son lentos porque en realidad no quiero volver a la horrible Lima, y aunque no es tarde, sí lo es para encontrar transporte en esta carretera. Y 2 p.m. ya es tarde aquí. Así que sencillamente camino carretera abajo, pensando en llegar a Cebollapampa, por lo menos antes de las 3 p.m. (la hora a la que normalmente regresan los tours de la Laguna 69), y para acelerar corto camino a campo traviesa, lo cual fue mala idea porque me hice un corte en el brazo con un cactus. Pero estuve en el momento adecuado para el transporte de vuelta a Yungay.

Última vista a la Quebrada Demanda. Al fondo el Chacraraju.

⛰️⛰️⛰️

En una oportunidad posterior volví a la misma zona, pero sin pernoctar, y más abajo, para visitar la morrena glaciar del Huascarán en la ruta al campo base del Chopicalqui. Para regresar, nuevamente, es tarde, pero esta vez lo bastante como para quedarse varado. Es casi las 5 p.m. y esta vez no traje bolsa de dormir. Al pasar por Cebollapampa no hay transporte, entonces escucho un motor... ¡es un Volkswagen rojo! Un poco de ruego para que los de abordo me hagan un espacio, ¡y reconozco entre ellos a un contacto en Instagram! Pequeño es el mundo, grandes son las montañas que me conceden este aventón. Dejo parte de mi testimonio fotográfico. 

Huandoy Sur 6160 m.
Morrena del Huascarán. Al fondo, levantándose sobre las quebradas Llanganuco y Demanda: Huandoy, Pisco, y Chacraraju.
Huascarán Sur 6757 m.
Pisco Oeste (5752 m) entre queñoales.

• GALERÍAS COMPLETAS EN FLICKR:
Portachuelo (21-22.06.19) 
Llanganuco (13.08.2022)

• Visita mi cuenta en Instagram: antoniochavezss.

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