No. No se trata de la desinformación científica, ni el humo amarillo fosforescente que nos suele vender History Channel o peor cualquier charlatán: no hay alienígenas ancestrales, sino seres humanos luchando por su supervivencia, echando mano a sus mejores habilidades cognitivas para abrirse paso sobre la Tierra. Y así fueron capaces, poco a poco, de construir templos, canales, edificios, ciudades. E irlos mejorando, aprendiendo una cultura de otra y en este intercambio mejorar e innovar cada conocimiento. Así se llegó a la agricultura, a la matemática y a la escritura. Y se inventaron también dioses en los cielos. Todo esto dio sentido a sus vidas, un lugar en el mundo. No hay ninguna necesidad de invocar extraterrestres.
Dicho lo anterior, miremos Caral. En el escenario de la civilización humana, su alumbramiento, el mundo andino no pareciera despertar tanto interés como los sumerios, egipcios, griegos o chinos. Incluso Centroamérica forma parte del selecto club de los Focos de la Civilización Humana. Esta percepción cambió a partir del descubrimiento de Caral: la ciudad más antigua de América, más antigua que el foco centroamericano, y contemporánea de los clásicos focos de la historia universal. Ahora sí, con toda legitimidad por lo que hasta la fecha indican las investigaciones científicas, Perú es la cuna de una cultura donde el hombre se civilizó.
Infografías como ésta encontramos en el sitio arqueológico de Caral.
Como mencionaba, la cultura humana gozó de un desarrollo muy rápido, tipo progresión geométrica más que aritmética, en comparación con la historia biológica de nuestra especie, por la existencia de un fluido intercambio entre culturas. Esto fue de capital importancia y ocurrió sólo allí donde la geografía lo permitió: tal fue el caso de las culturas en África, Asia y Europa, donde existe conexión de tierra firme permitiendo el flujo de personas, y sus ideas y artefactos. Esto es sobretodo evidente, mirando el mapa, cuando vemos la inmediata proximidad geográfica entre Egipto, Mesopotamia y Grecia, pero que a su vez podían conectarse con India y China. Inventos, conceptos y usos pudieron circular en años y siglos.
Vista panorámica de Caral.
Fue diferente en América. En Asia, África y Europa, una vez que hace aprox. 5000 años, se crearon los primeros asentamientos urbanos (siempre en zonas fértiles), este proceso de hecho se dio en relativo aislamiento. El contacto intercultural comenzó una vez establecidas las primeras ciudades y sus esferas de influencia. Pero aquí es donde el paralelismo cultural entre los focos de civilización termina: las civilizaciones mesoamericana y andina evolucionan muy probablemente aisladas entre sí, e indudablemente en completo aislamiento respecto a Egipto, Grecia, Mesopotamia, China e India. Y, sobre todo para la Civilización Andina, el desarrollo se debe dar entre el desierto más seco del planeta y una agreste cordillera.
Miles de miles de rocas fueron traídas para levantar las estructuras.
En su conexto histórico, este es un claro indicador de la importancia de Caral.
La cognición humana no existe aislada de su entorno: de hecho se adapta a él. La hostilidad del desierto costero peruano, la salvaje geografía de los Andes, y además la impenetrabilidad de la selva tropical, fueron las toscas manos que esculpieron a la cultura andina. De allí que necesariamente cause asombro encontrar ciudades enteras de barro en donde la vida no prospera, una ingeniería hidráulica formidable para llevar agua al desierto, y construcciones que siguen la morfología del terreno en lugar de adaptar el terreno para la construcción. Así, no tiene sentido menospreciar a la Civilización Andina porque no tuviera rueda: no la necesitaron en semejante geografía imposible de arena espesa y pendientes abrumadoras.
Tampoco tiene sentido criticar su (aparente) falta de escritura: fuera de que por supuesto tenían otros métodos de registro físico (p.ej. los quipus), no está claro que definitivamente no poseyeran un sistema de signos. Allí tenemos los pallares dibujados o los tocapus, como tentadoras sugerencias de escritura. Todo esto, toda la mentalidad andina, toda su cosmovisión con una necesaria adoración al agua y la tierra en un medio tan difícil, comienza en Caral. Y se proyecta en un verdadero enjambre de culturas que se suceden unas tras otras en el camino de dominar este medio hostil de desiertos y montañas. En Caral se hallaron el quipu, el algodón y la arquitectura, por citar tres elementos, que estarán presentes en toda la Civilización Andina.
El valle del río Supe, visto desde Caral. Ambos lados del valle están salpicados de restos arqueológicos.
La ciudad de Caral es el emplazamiento arquitectónico más notable y elaborado de una discreta región, el valle del río Supe al norte de Lima, entre el mar y los Andes, que funciona como centro ceremonial que unifica varios asentamientos menores alrededor, pero con características monumentales varios de ellos. Inferido de su sofisticación arquitectónica, se trata de la capital de la así llamada Civilización Caral: la zona norcentral del Perú abarcando Lima, Ancash, Huánuco, Pasco y Junín. Antigüedad: 3000 años a.C., es decir 5000 años de la fecha actual. El sitio de Caral y aledaños son conocidos desde buen tiempo, pero no fueron investigados debidamente, precisamente porque dada su monumentalidad, se estimó que eran más recientes. Ruth Shady, demostrando su sorprendente antigüedad, la redescubrió para el mundo.
Izquierda: pueblo de Caral, donde está el museo de sitio. Derecha: el bosque seco en la entrada de las ruinas.
Se ha dicho que las condiciones para el florecimiento de una civilización aquí es “aberrante”, sin embargo tenemos el legado de una exuberante riqueza cultural entre Caral, Chavín, Paracas, Nazca, Mochica, Chimú, etc., y hasta un par de imperios como Wari e Inca. Bueno, Caral fue declarada Patrimonio de la Humanidad por el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco el 28 de junio de 2009 en Sevilla. Y por cierto, Chan Chan, de la Cultura Chimú, es la ciudad de barro más grande de América y la segunda en el mundo, también declarada Patrimonio de la Humanidad; igualmente fueron declarados patrimonios de la humanidad el templo Chavín, el sistema de caminos Qapaq Ñan, las Líneas de Nazca, y la ciudadela de Machu Picchu, que además fue escogida como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. ¿Qué aberrante, no?
Regresando de Caral a Lima, en la zona de Pasamayo.
Bibliografía:
Shady & Leyva (2003) La Ciudad Sagrada de Caral-Supe. Los orígenes de la civilización andina y la formación del Estado prístino en el Antiguo Perú.
http://www.zonacaral.gob.pe/downloads/publicaciones/LA-CIUDAD-SAGRADA-DE-CARAL-SUPE-LOS-ORIGENES-DE-LA-CIVILIZACION-ANDINA-Y-LA-FORMACION-DEL-ESTADO-PRISTINO-EN-EL-ANTIGUO-PERU-2003.pdf
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